5/10/19

Perder peso podría ayudar con la incontinencia [5-10-19]

Perder peso podría ayudar con la incontinencia

Perder peso podría ayudar con la incontinencia

Un estudio halla que perder el ocho por ciento del peso corporal reduce casi a la mitad la cantidad de episodios


Un estudio sugiere que si usted es una de las millones de mujeres que sufre de incontinencia urinaria, perder peso quizá alivie los síntomas.


El estudio halló que cuando las mujeres perdían cerca del ocho por ciento del peso corporal, en promedio 7.7 kg (17 lb) en este grupo de edad, la frecuencia de los episodios de incontinencia se redujo en casi la mitad.

"El peso es uno de los mayores factores de riesgo para desarrollar incontinencia y para su empeoramiento", según la Dra. Leslee Subak, autora del estudio y profesora asociada de los departamentos de obstetricia, ginecología, ciencias de la reproducción, urología, epidemiología y bioestadística de la Universidad de California en San Francisco.

Más de 13 millones de mujeres estadounidenses tienen problemas de incontinencia urinaria, según la información de fondo del estudio. Los estudios de observación han hallado una relación entre el peso adicional y la incontinencia, mientras que otras investigaciones han sugerido que perder peso podría ser beneficioso para aliviar los síntomas de la incontinencia.

Para confirmar estos hallazgos, Subak y sus colegas reclutaron a 338 mujeres de Rhode Island y Alabama. Las mujeres debían tener al menos treinta años y su índice de masa corporal (IMC) debía estar entre 25 y 50. Según los Institutos Nacionales de Salud, un IMC superior a 25 se considera exceso de peso y obesidad si es mayor que 30. Las mujeres experimentaron al menos diez episodios de incontinencia en un período de siete días.

Las dos terceras partes de las mujeres se asignaron aleatoriamente al grupo de intervención, que incluía, dieta, ejercicio y modificación del comportamiento, mientras que el tercio restante (el grupo de control) recibieron cuatro sesiones educativas sobre pérdida de peso, alimentación saludable y actividad física. Las mujeres recibieron un cuadernillo de autoayuda con consejos para mejorar la incontinencia urinaria.

El grupo de intervención se reunió durante una hora cada semana durante seis meses y se asignó a un protocolo estructurado que incluía dieta y ejercicio, diseñado para ayudarles a perder entre 7 y 9 por ciento del peso con el que comenzaron.

En promedio, el grupo de intervención perdió el 8 por ciento de su peso corporal, alrededor de 7.7 kg (17 lb). El grupo de control perdió el 1.6 por ciento de su peso corporal, un poco más de de 1.4 kg (3 lb) cada una.

Luego de seis meses, la cantidad semanal de episodios de incontinencia se redujo en 47 por ciento para las del grupo de intervención, en comparación con 28 por ciento en el grupo de control. El grupo de intervención también informó sobre menos episodios de incontinencia por esfuerzo (la que tiene lugar por la presión adicional de reír, toser o estornudar). El grupo no vio mejoras en la incontinencia por urgencia, es decir la necesidad repentina de orinar.

"La presión reducida por la pérdida de peso causa una reducción de la presión sobre la vejiga", explicó Subak.

Aseguró que estos hallazgos confirman que la pérdida de peso se puede considerar tratamiento de primera línea para las mujeres incontinentes.

"El peso que cargamos afecta nuestro cuerpo de tantas maneras", señaló la Dra. Janet Tomezko, jefa de la sección de uroginecología del Hospital conmemorativo Northwestern de Chicago. "Además, entre mayor sea el exceso de peso, más habrá que perder para lograr efectos, pero se puede. No es fácil, pero me parece que vamos a ver cada vez más programas que abordan la pérdida de peso, el ejercicio y la salud pélvica".

28/9/19

Los 10 efectos secundarios más comunes de las pastillas anticonceptivas


Los 10 efectos secundarios más comunes de las pastillas anticonceptivas
Los 10 efectos secundarios más comunes de las pastillas anticonceptivas

¿Es verdad que provocan dolores de cabeza, disminución de la libido o aumento del peso? Lo repasamos en esta galería.

muyinteresante.es

La píldora anticonceptiva oral, comúnmente conocida como "la píldora", es un método basado en hormonas para prevenir el embarazo. También puede ayudar a resolver la menstruación irregular, los períodos dolorosos o intensos, la endometriosis, el acné y el síndrome premenstrual (SPM).

Las píldoras anticonceptivas funcionan evitando la ovulación. No se produce ningún óvulo, por lo que no hay nada que los espermatozoides fertilicen. El embarazo no puede tener lugar.

"La píldora" tiene ventajas y desventajas. Se puede recomendar a las personas con diferentes factores de riesgo que utilicen un tipo particular de píldora.


Tipos de pastillas

Existen diferentes tipos de píldoras anticonceptivas. Todas contienen formas sintéticas de las hormonas estrógeno, progesterona o ambas. La progesterona sintética se llama progestina. Las píldoras combinadas contienen progestina y estrógeno. La "mini píldora" contiene solo progestina.

Las píldoras monofásicas contienen el mismo equilibrio hormonal. Con las píldoras fásicas, se toman dos o tres tipos diferentes de píldoras cada mes, cada uno con un balance diferente de hormonas.

Las píldoras anticonceptivas se presentan como "píldoras diarias" o como "píldoras de 21 días". Un paquete de píldoras diarias dura 28 días, pero siete de las píldoras están inactivas, son placebo. La píldora diaria puede ser más fácil de usar correctamente, ya que la rutina es la misma todos los días y no hay que hacer descansos, evitando así posibles olvidos.

Usada correctamente, la píldora es altamente efectiva, pero debido a que las personas cometen errores, se cree que ocurren 6 a 12 embarazos en cada 100 cada año mientras se emplea. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) estiman la tasa de fracaso de ambos tipos de píldoras en un 9%.

Las píldoras anticonceptivas no previenen las enfermedades de transmisión sexual (ETS). Sólo un condón puede ayudar a prevenir este tipo de infección.

Los efectos secundarios comunes de los anticonceptivos orales incluyen: manchado intermenstrual, náuseas, sensibilidad en los senos, dolores de cabeza y migraña, aumento de peso, cambios de humor, periodos perdidos, libido disminuida, secreción vaginal o cambios en la vista para quienes usan lentes de contacto/lentillas.



Efectos secundarios anticonceptivos
 

Las pastillas anticonceptivas provocan manchado intermenstrual

Uno de los efectos secundarios más comunes de la píldora es que puede acarrear un sangrado vaginal entre períodos menstruales. Según los estudios, este manchado intermenstrual es experimentado por aproximadamente el 50% de las mujeres durante los tres primeros meses de utilización. Pasado este tiempo, el porcentaje de mujeres que sufre este efecto secundario se reduce al 10%. Si se experimentan más de 5 días de sangrado mientras se toma la píldora se recomienda acudir al ginecólogo.

Las pastillas anticonceptivas provocan náuseas

Sentir náuseas de carácter leve al comenzar el tratamiento de la píldora es muy frecuente. Sin embargo, estos síntomas desaparecen rápido. Si no lo hicieran o si las náuseas se volvieran graves o persistentes los expertos recomiendan acudir al ginecólogo inmediatamente.

Las pastillas anticonceptivas provocan sensibilidad en los senos

La píldora puede causar que el tamaño de los pechos aumente y que estos se vuelvan mucho más sensibles al contacto, sobre todo durante las primeras semanas de haber empezado a tomar la píldora. Reducir la ingesta de cafeína y de sal puede disminuir esta sensibilidad. Si esta hiperestesia no cesa, los expertos recomiendan acudir a su ginecólogo habitual.

Las pastillas anticonceptivas provocan dolores de cabeza

Es habitual que muchas mujeres sientan leves dolores de cabeza durante las primeras semanas de haber comenzado el tratamiento; eso sí, si no cesa, los expertos recomiendan acudir a su ginecólogo habitual para solucionar este problema.

Las pastillas anticonceptivas provocan un aumento de peso

A pesar del fracaso de los estudios clínicos para revelar que las píldoras anticonceptivas causan fluctuaciones de peso, la evidencia más clara es que algunas mujeres experimentan, sobre todo,  retención de líquidos, especialmente en las áreas de los pechos y de las caderas, lo que conduce a un aumento del peso corporal.

Las pastillas anticonceptivas provocan cambios de humor

Si tenemos historial de haber sufrido depresión o historial familiar que lo haya padecido es un punto importante a consultar con el ginecólogo, ya que algunas mujeres experimentan depresión u otros cambios emocionales negativos al tomar la píldora.

Las pastillas anticonceptivas provocan pérdidas menstruales

A pesar de que hagamos un uso adecuado de la píldora y que no nos saltemos o se nos olvide ninguna de las pastillas, es posible que algún mes se pierda ese período menstrual. Algunos de los factores que provocan esta circunstancia son las enfermedades, el estrés, los viajes o anormalidades tiroideas.

Las pastillas anticonceptivas provocan una disminución de la libido

Está demostrado que la píldora puede afectar al deseo sexual debido a las mismas hormonas que se encargan de bloquear la posibilidad de embarazo. Sin embargo, también existen otros factores externos que pueden causar una disminución de la libido. De todas formas si esta situación se prolongara, los expertos recomiendan acudir al ginecólogo.

Las pastillas anticonceptivas provocan una alteración en el flujo vaginal


Algunas mujeres pueden experimentar cambios en la secreción vaginal que pueden ir desde un aumento general a la disminución de la lubricación vaginal durante el coito o relación sexual. Si esta circunstancia perdura los expertos recomiendan acudir al ginecólogo para descartar posibles infecciones.

Las pastillas anticonceptivas provocan una alteración de la visión


Esta alteración de la visión puede ocurrir con las extendidas lentillas o lentes de contacto. Si utilizamos habitualmente lentillas y notamos cambios en la visión los expertos recomiendan consultar a un oftalmólogo si se trata durante el comienzo del uso de la píldora.

29/5/18

El infarto femenino causa un 20% más de mortalidad que el masculino [29-5-18]

El infarto femenino causa un 20% más de mortalidad que el masculino

«El infarto femenino causa un 20% más de mortalidad que el masculino»

-¿Existen diferencias de género en el infarto?

-Sí. Unas buenas y otras malas. Las mujeres piensan que es una enfermedad de hombres y no le dan la importancia que tiene. No se cuidan. El hombre tiene más conciencia: se tratan más el colesterol. Las mujeres centran la prevención en el cáncer de mama, pero la principal causa de muerte, también en mujeres, son las enfermedades cardiovasculares. Por tanto, la percepción de que el infarto es cosa de hombres es falsa.

-¿Y afecta a la misma proporción de hombres que de mujeres?

-No. Por cada cuatro casos de infarto hay tres de hombres y uno de mujer. En León hay 500 ingresos al año por este motivo y el 25% son mujeres. La tasa de mortalidad por infarto es del 12% entre los hombres y del 10% en las mujeres. Sin embargo, el infarto en las mujeres produce un 20% más de mortalidad que en los hombres en proporción al número de casos que se presentan, son más graves.

-¿Qué debería hacerse?

-Más prevención. Igual que se hace con el cáncer de mama, hay que hacer prevención con las enfermedades cardiovasculares. Entre las mujeres hay algunos factores de riesgo que se dan con más frecuencia, como la diabetes y la hipertensión. Entre los hombres el principal riesgo es el colesterol y, hasta ahora, el tabaco, aunque en el futuro será también un factor de riesgo para las mujeres porque fuman más.

-¿Tiene alguna influencia la edad?

-De cada 20-25 casos, hay una mujer joven y el resto son mujeres posmenopáusicas. En general, a la mujer le ocurre el episodio de infarto con siete años de diferencia más que a los hombres. El déficit hormonal de la posmenopausia, unido a la diabetes y la hipertensión son las principales causas. Pero también ek sobrepeso es frecuente y poco valorado. El síndrome metabólico u obesidad a nivel abdominal (grasa en la barriga) produce una serie de sustancias que causan arterioesclerosis e infarto. De ahí la importancia de mantener el peso adecuado y hacer ejercicio.

-Entre las mujeres jóvenes ¿Hay algún factor llamativo?

­-Las disfunciones ováricas mal diagnosticadas que causan déficit de estrógenos es una de las menos conocidas. También el sobrepeso y el tabaquismo.

-Se ha avanzado mucho en el tratamiento de las enfermedades coronarias. ¿Afecta igual a mujeres que a hombres?

-Es cierto que en los últimos 20 años se ha avanzado mucho gracias a las investigaciones sobre infarto. Se disminuye la incidencia y la mortalidad; pero, sobre todo, en hombres, no tanto en mujeres.

-¿Y a qué se debe esta diferencia que no nos hace iguales ante los tratamientos?

-Como se ha considerado una enfermedad de hombres, los ensayos clínicos se hacen sobre todo en hombres.

-¿Los síntomas también son diferentes?

-Sí. En los hombres lo más llamativo es el dolor de pecho y en las mujeres es frecuente el dolor de mandíbula y brazos, cansancio...

-¿La prevención es la misma?

-Básicamente, sí. Hacer vida sana, ejercicio físico regular, control de la dieta, no fumar, tratar el colesterol...

-¿La sobrecarga de las mujeres tiene influencia?

-Es evidente que a las mujeres les falta tiempo para cuidarse, se han incorporado al trabajo pero se ocupan mayoritariamente de las tareas del hogar y del cuidado de hijos y mayores. Esto es más difícil de tratar porque es cultural.
 

22/5/18

La mujer y el cuidado de su salud según la edad

La mujer y el cuidado de su salud según la edad

La mujer y el cuidado de su salud según la edad

Te decimos qué exámenes preventivos debes realizarte en cada década de la vida a partir de los 20

laopinion.com

Por lo general las mujeres, especialmente si son madres, tienden a estar pendientes del cuidado de la salud de sus seres queridos pero no de la propia.

Es por ello que durante la Semana Nacional de la Salud de la Mujer, que se celebra del 13 al 19 de mayo, la Oficina de Salud de la Mujer (OWH) del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos insta y motiva a todas a tomar una acción activa y consciente del cuidado preventivo de su salud, a partir del inicio de la década de los 20, para gozar el resto de la vida de una buena salud.


Qué se debe hacer en cada década

A grosso modo, estos son los cuidados y exámenes preventivos que toda mujer debe tomar en cuenta en cada etapa:

En los 20’s

Durante esta etapa, a pesar de estar gozando de perfecta salud, la recomendación es tener un chequeo médico preventivo anual, particularmente si se tiene una vida sexual activa.

De tenerla, en estos chequeos se debe pedir al ginecólogo las pruebas que detectan las enfermedades de transmisión sexual y del virus del papiloma humano (VPH), culpable del desarrollo del cáncer del cuello uterino.  Igualmente se debe preguntar sobre los diversos métodos que se tienen para prevenir el embarazo y tener sexo seguro.

En promedio, las mujeres en Estados Unidos contraen matrimonio a los 25 o 26 años, así que resulta importante preguntarle al médico qué tipo de multivitaminas se deben empezar a tomar para preparar el cuerpo para la maternidad, en el caso de desear quedar en embarazo pronto.

En los 30’s

A partir de los 30 años, cuando se está en plena edad reproductiva, conviene empezar —o seguir tomando— multivitamínicos o tan solo el ácido fólico, que previene los defectos del tubo neural, es decir, aquellos problemas que puedan surgir en el cerebro o la médula espinal.

Igualmente, de acuerdo con los nuevos protocolos de la salud femenina, se deben seguir con disciplina las visitas ginecológicas para tener las pruebas del Papanicolaou y la revisión pélvica, así como estar a raya con el auto examen de los senos para detectar cualquier anormalidad que alerte la presencia de cáncer mamario.

En esta década, según el historial médico de la madre, a algunas mujeres se les recomienda tener una mamografía temprana y empezar a tenerla anualmente.

De no tener una rutina de ejercicio, conviene empezarla. Se recomienda tener al menos 30 minutos diarios de actividad física.

En los 40’s

Como a partir de esta década se debe tener una mamografía anual y como el metabolismo se va haciendo más lento, es importante empezar a hacer cambios en la dieta, ingiriendo más alimentos frescos (ricos en antioxidantes y vitaminas), así como proteínas bajas en grasa y preferiblemente provenientes de granos y carnes blancas.

En los años finales de esta década, algunas mujeres empiezan a sentir los síntomas de la premenopausia  y, en algunas, posibles afecciones cardiovasculares. Por ello, es importante escuchar los mensajes de alerta que el cuerpo da y visitar a un cardiólogo, sobre todo, si se tiene un historial familiar de este tipo de afecciones.

En los 50’s y más
  • En promedio, la mayoría de las mujeres inicia la menopausia en esta década, así que es importante hablar con el ginecólogo sobre los diferentes tratamientos que se tiene para reducir los bochornos o sofocos y la resequedad vaginal que puede impedir el goce de una vida sexual plena.
  • A esta edad, es común la incontinencia urinaria, así que deben tratar el tema con su médico para recibir el tratamiento adecuado para su caso.
  • En esta etapa de la vida se recomienda tener una colonoscopía para detectar el cáncer colorrectal. Asimismo, muchas mujeres pueden presentar incontinencia urinaria en distintos grados. No te preocupes, es perfectamente tratable si acudes al especialista.
  • Igualmente, se recomienda tener la prueba de la densitometría ósea que diagnóstica la osteoporosis.  Y para prevenirla se debe subir la dosis de calcio, que debe ser tomado en combinación con vitamina D y magnesio.
  • La actividad física es vital en esta etapa de la vida para mantener la estructura ósea y muscular saludable.
  • Por otro lado, es aconsejable intensificar las actividades intelectuales (leer, aprender un nuevo idioma o tomar clases de cualquier tipo) e inscribirse en los programas de ejercicios del cerebro.
  • A los 50, también son importantes los exámenes rutinarios del control de la presión sanguínea, el colesterol, el azúcar y de cualquier mancha o lunar irregular en la piel.
  • A partir de los 50 o 60, es posible que el médico recomiende recibir anualmente la vacuna contra la influenza, especialmente si se sufre de una enfermedad crónica o se tiene comprometido el sistema inmune por alguna afección.
  • Después de los 65, a algunas se les recomendará recibir las vacunas contra la culebrilla (shingles) y la del neumococo, para evitar enfermedades como la neumonía y la meningitis.
  • El sedentarismo se debe evitar aún más a partir de la década de los 50 para prevenir los problemas cardiovasculares, de obesidad y movilidad.

6/12/17

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Muchas mujeres reciben frotis de Papanicolaou innecesarios, halla un estudio [6-12-17]


Muchas mujeres reciben frotis de Papanicolaou innecesarios, halla un estudio

Generalmente, no se recomienda la prueba de exploración del cáncer cervical tras una histerectomía o para las mujeres mayores de 65 años

Los médicos de EE. UU. usan excesivamente los frotis de Papanicolaou para la exploración del cáncer cervical en algunos grupos de mujeres, según un estudio reciente.

Los investigadores hallaron que mujeres a quienes se habían extirpado los órganos sexuales y otras a las que se considera que tienen demasiada edad como para preocuparse del cáncer cervical están entre las que reciben la prueba.

"Casi dos terceras partes de las mujeres que se habían sometido a una histerectomía reportaron haberse hecho un frotis de Papanicolaou recientemente", comentó en un comunicado de prensa de la Universidad de Utah la coautora del estudio, Deanna Kepka, profesora asistente del Colegio de Enfermería de la universidad.

"La mitad de las mujeres mayores de 65 años sin antecedentes de cáncer cervical también reportaron un frotis de Papanicolaou reciente", apuntó Kepka, quien también es investigadora del Instituto Oncológico Huntsman en Salt Lake City. "Esto representa a 14 millones de mujeres de EE. UU. que se hacen un procedimiento innecesario".

Un frotis de Papanicolaou conlleva extraer células de la superficie del cuello uterino y examinarlas bajo el microscopio en búsqueda de anomalías.

Dado que las mujeres mayores tienen un riesgo muy bajo de contraer un cáncer cervical de crecimiento lento, los frotis de Papanicolaou no benefician a las mujeres mayores de 65 años sin antecedentes de cáncer cervical ni afecciones precancerosas, apuntó Kepka.

También dijo que las mujeres que se han sometido a histerectomías no se benefician de un frotis de Papanicolaou porque casi todas ellas ya no tienen cuello uterino, que es el objetivo específico de este tipo de prueba.

Para el estudio, Kepka y colaboradores examinaron datos de la Encuesta nacional de entrevista de salud de 2010. Sus hallazgos aparecen en la edición en línea del 25 de noviembre de la revista JAMA Internal Medicine.

"Sabíamos que había un uso excesivo del frotis de Papanicolaou, porque los pocos estudios sobre las pruebas para la exploración del cáncer mostraron un uso excesivo hace diez años", apuntó Kepka. "Pero nos chocó ver tan poco cambio en los últimos 10 años".

"Esperábamos ver un mejor uso de la prueba durante la década siguiente a medida que se hicieron cambios en la infraestructura de la atención sanitaria", comentó. Los expedientes médicos electrónicos, los sistemas de recordatorios a los médicos y las nuevas estrategias para mejorar la calidad de la atención podrían promover unas prácticas coherentes con las directrices entre los profesionales clínicos, señaló.

25/11/17

Relacionan los niveles elevados de insulina con el cáncer de mama [25-11-17]


Relacionan los niveles elevados de insulina con el cáncer de mama

Un estudio encuentra una asociación potente en las mujeres posmenopáusicas

Las mujeres posmenopáusicas con niveles elevados de insulina podrían estar en mayor riesgo de cáncer de mama, según un estudio reciente.

Investigadores del Colegio de medicina Albert Einstein de la Universidad de Yeshiva en la ciudad de Nueva York encontraron una asociación contundente entre niveles elevados de insulina en la sangre y un mayor riesgo de cáncer de mama. Sus hallazgos fueron publicados en línea en la revista International Journal of Cancer.

"Hasta ahora, apenas algunos estudios han investigado de forma directa si los niveles de insulina se asocian al riesgo de cáncer de mama", apuntó Geoffrey Kabat, autor principal y epidemiólogo del departamento de epidemiología y salud poblacional del Einstein. "Nuestro estudio involucró el análisis de medidas repetidas de insulina tomadas durante varios años, lo que nos provee con una imagen mucha más precisa de la posible asociación entre los niveles de insulina y el riesgo de cáncer de mama".

El equipo de Kabat examinó los datos de 5,450 mujeres que participaron en la Iniciativa de salud de la mujer, un estudio de gran tamaño que observó cómo varios factores influenciaban la salud de las mujeres. Los investigadores encontraron que las mujeres con niveles de insulina en el tercio superior tenían el doble de probabilidades de desarrollar cáncer de mama que las mujeres del tercio inferior. El equipo también descubrió que la relación entre los niveles elevados de insulina y el cáncer de mama fue mayor para las mujeres delgadas que para las obesas, que tienden a tener niveles más altos de insulina.

"Este hallazgo es potencialmente importante, porque indica que, en las mujeres posmenopáusicas, la insulina tal vez sea un factor de riesgo para el cáncer de mama que es independiente de la obesidad", señaló Kabat en un comunicado de prensa.

El estudio sigue en curso, pero Kabat recomienda que las mujeres posmenopáusicas traten de mantener la insulina a niveles normales a través de pérdida de peso, ejercicio regular y otros métodos.

Psicopatas, Narcisos y Sociopatas: "Los diez mandamientos de la mujer" - Imagen

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