6/4/06

Prevenir el cáncer de cuello uterino desde la adolescencia

Entre los días 6 y 8 de abril de 2006 se reunirán en Barcelona 60 científicos internacionales convocados por el Servicio de Epidemiología y Registro de Cáncer del Instituto Catalán de Oncología (ICO). El objeto de la reunión es ultimar la edición de una monografía sobre las posibilidades preventivas aportadas por las nuevas vacunas VPH. Las nuevas estrategias van a necesitar a profesionales hasta ahora distantes de la prevención del cáncer de cuello uterino: expertos en vacunación, pediatras y médicos de familia, así como a las instituciones de la salud pública internacional como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las grandes organizaciones filantrópicas.

La monografía, con contribuciones de más de 120 autores, se publicará como suplemento de la revista Vaccine y tendrá acceso libre en Internet durante cuatro años. Estas son algunas de las principales evidencias científicas que contiene la guía:

- Un cáncer de origen infeccioso. Los virus del papiloma humano (VPH) de los tipos 16 y 18 son responsables de cerca del 70% de los casos de cáncer de cuello uterino y de las lesiones precancerosas. A este hallazgo contribuyeron decisivamente los estudios realizados en España y Colombia coordinados por la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer y por el grupo de investigación del ICO en Barcelona.

El cáncer de cuello uterino sigue siendo el segundo cáncer más frecuente en las mujeres a escala internacional y el séptimo más frecuente en las europeas. Los mismos tipos virales están asociados en proporciones variables al cáncer de pene, de vulva, de vagina y del canal anal en ambos sexos.

- Evolución muy dispar. Las infecciones por VPH son extraordinariamente frecuentes, se transmiten mayoritariamente por contacto sexual y ocurren muy pronto tras el inicio de la vida sexual activa. En algunos estudios, la detección del virus se observa en el 40% de mujeres en el curso de los dos primeros años de haber iniciado la vida sexual activa. Afortunadamente, la mayor parte de estas infecciones se resuelven espontáneamente, sin manifestaciones clínicas ni secuelas. En cambio, una pequeña proporción de mujeres (y de hombres) no consigue resolver la infección y se convierten en portadores crónicos, son la fuente de infección para otros compañeros (y compañeras) sexuales, y con el tiempo aumenta en ellos la probabilidad de desarrollar un cáncer.

- Verrugas genitales. Los tipos de VPH 6 y 11, de bajo riesgo cancerígeno, son la causa de la mayoría de verrugas genitales -una infección venérea frecuente, no asociada con el cáncer, pero causante de una morbilidad importante-, están socialmente estigmatizadas, asociadas frecuentemente a la pérdida de autoestima y son fuente de problemas emocionales en las relaciones sexuales y en la convivencia de las parejas afectadas.

- Prevención convencional y de segunda generación. En España y en general en los países desarrollados, el cáncer de cuello uterino está controlado parcialmente mediante los programas de citología regular (tests de Papanicolau repetidos entre uno y tres años). A pesar de ello todavía se diagnostican en España cerca de 2.000 casos nuevos de cáncer de cuello uterino cada año y entre 900 y 1.000 mujeres fallecen por esta causa. En Europa occidental, el número de casos nuevos es de cerca de 30.000 y en el mundo se estima que se producen alrededor de 480.000 casos nuevos, la mayoría en los países en desarrollo.

- Detección del virus. En los años 1980-1990 se han desarrollado técnicas que permiten detectar la presencia del ADN viral en muestras citológicas del cuello uterino. En los estudios controlados, la detección viral es capaz de detectar a las mujeres en riesgo elevado, que son las portadoras persistentes de la infección viral, con una sensibilidad superior a la citología convencional en el 30%. En EE UU, la asociación de citología con la detección viral está convirtiéndose en el estándar de prevención en mujeres de edades superiores a 30 años. En los casos de citologías dudosas (entre el 4% y el 8% de las habituales), la detección viral es más resolutiva que la repetición reiterada de la citología y permite guiar el seguimiento de forma adecuada. La Food and Drug Administration (FDA), de Estados Unidos, ha acreditado hasta el momento una sola tecnología para la detección viral en estudios clínicos (denominada test de captura de híbridos 2 o HC2), y numerosos estudios han advertido del riesgo de utilizar técnicas no validadas clínicamente para la practica asistencial habitual.

- Dos vacunas en evaluación. El segundo gran avance consecutivo a la demostración del origen viral del cáncer de cuello uterino se consiguió con la síntesis de seudopartículas virales capaces de inducir una respuesta inmunológica muy potente y proteger a las mujeres vacunadas de las nuevas infecciones por estos tipos de VPH. Estas vacunas protegen también de las lesiones precancerosas que hoy en día requieren tratamientos quirúrgicos sobre el cuello de útero (resecciones más o menos extensas). La tolerancia a las vacunas es muy buena, no se han descubierto por el momento efectos secundarios significativos y la respuesta inmunológica en las mujeres vacunadas es universal.

Las dos vacunas de evaluación actualmente en fase final incluyen los tipos oncogénicos principales (VPH 16 y 18) y una de ellas incluye también los dos principales tipos virales asociados a las verrugas genitales (VPH 6 y 11). La protección de las mujeres vacunadas frente a las verrugas genitales ha sido también muy importante.

- Primeras indicaciones de vacunas. La primera indicación de estas vacunas serán las niñas pre-adolescentes y adolescentes, antes del inicio de las relaciones sexuales. Secundariamente, todas las mujeres sexualmente activas podrían beneficiarse de esta nueva vacunación preventiva. La combinación de la vacunación y el cribado de nuevo formato deberían representar un avance sustancial en nuestra capacidad de prevenir el cáncer de cuello uterino. Se prevé que las primeras vacunas puedan estar disponibles entre este año y 2007.



Saludos Cordiales

Dr. José Manuel Ferrer Guerra

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