27/12/05

Esperanzas contra el cancer de mama *

 
Esperanzas contra el cancer de mama

Azprensa ha entrevistado al doctor J. M. Piera Pibernat para conocer su valoración sobre los últimos avances en el tratamiento hormonal del cáncer de mama.

Ofrecemos a continuación la entrevista realizada al doctor J. M. Piera Pibernat, en la que ofrece su valoración sobre los últimos avances en el tratamiento hormonal del cáncer de mama.

¿Cuáles son los tratamientos más adecuados en cáncer de mama?

El objetivo primordial de un tratamiento antitumoral es proporcionar el mayor beneficio posible a las pacientes, ya sea en términos de curación, de supervivencia, de conservación del órgano o de calidad de vida, con el mínimo de efectos secundarios a corto y largo plazo. Hoy en día, disponemos de numerosas opciones terapéuticas, cada vez más eficaces, y la misión del oncólogo es seleccionar la mejor alternativa para cada paciente. Así, el tratamiento más adecuado para una paciente con cáncer de mama es aquél que, ajustado a su nivel de riesgo y a sus condiciones personales, le ofrece la mejor relación entre beneficios e inconvenientes.

¿Qué papel juega la hormonoterapia en el tratamiento adyuvante del cáncer de mama?

La manipulación hormonal ha jugado desde hace décadas un papel fundamental en el manejo de los tumores con receptores hormonales positivos. En el tratamiento adyuvante, tanto el tamoxifeno como la supresión de la actividad ovárica en las mujeres premenopáusicas, han aportado beneficios significativos, y hoy en día disponemos de resultados muy interesantes con los inhibidores de la aromatasa, que se están consolidando como opción terapéutica en las mujeres postmenopáusicas.

¿Es en el campo de la hormonoterapia en el que se han producido más avances para el tratamiento de esta enfermedad?

En los últimos años hemos asistido a innovaciones en todos los campos, aunque el de los tratamientos hormonales está entre los más destacados, con el desarrollo de nuevos SERM (moduladores selectivos de los receptores de estrógenos), antiestrógenos puros e inhibidores de la aromatasa.

¿En la práctica clínica se utiliza mucho este tipo de tratamientos hormonales-para el cáncer de mama?

Sí, son una parte esencial del armamento terapéutico disponible y se emplean cotidianamente con excelentes resultados. en todos los contextos clínicos, desde la adyuvancia o la neoadyuvancia hasta el tratamiento de la enfermedad diseminada.

¿Son iguales todos los tratamientos hormonales?

No. Aunque en última instancia la mayoría de los tratamientos bloquean o evitan la acción estimulante de los estrógenos sobre el crecimiento celular, cada grupo de hormonas tiene un mecanismo de acción diferente, lo cual les otorga perfiles de eficacia y tolerancia también diversos. Así, los modernos inhibidores de la aromatasa combinan una eficacia superior al tamoxifeno con la ausencia de efectos estimulantes sobre el endometrio, aunque por otra parte favorecen la disminución de la masa ósea y ejercen efectos sobre el colesterol y el sistema cardiovascular que precisan de un estudio más profundo.

¿Cuál es el conocimiento y empleo de estos tratamientos por parte de los médicos?

Se trata de opciones terapéuticas bien conocidas y de uso común frente a la enfermedad metastática, pero que hasta ahora no habían calado hondo en el tratamiento adyuvante. Sin embargo, a la luz de los últimos resultados los inhibidores de la aromatasa están ganando una amplia aceptación y pronto se convertirán en un componente habitual del tratamiento inicial del cáncer de mama.

Recientemente el Comité Científico del estudio ATAC solicitó que el inhibidor de la aromatasa, anastrozol, fuera considerado como la nueva “opción terapéutica de preferencia” en el tratamiento de pacientes postmenopáusicas con cáncer de mama temprano. ¿Qué opina de esta solicitud?

Los resultados del estudio son buenos, y es el único que dispone de un seguimiento prolongado, por lo que la propuesta me parece lógica en este momento actual. Aún así sabemos que hay varios ensayos en marcha, que evalúan otras hipótesis, y deberemos esperar un tiempo antes de establecer una valoración definitiva, a largo plazo.

¿Qué opina del estudio ATAC y qué ventajas cree que representa para las pacientes el tratamiento inicial adyuvante con anastrozol?

Obtiene unos resultados mejores que el tamoxifeno en el tratamiento adyuvante de las mujeres postmenopáusicas, con reducción significativa del riesgo de recaída y de la incidencia de cáncer contralateral. Un aspecto interesante es que obtiene el mayor beneficio en los tres primeros años. En ese periodo es cuando se suele presentar la mayoría de las recaídas del cáncer de mama. Por otra parte, su tolerancia aparece, globalmente, como mejor que la del tamoxifeno.

Actualmente, ¿cree que un paciente de cáncer de mama tiene más oportunidades de curación y de mayor calidad de vida?

Las posibilidades de curación de las pacientes con cáncer de mama van sufriendo un incremento sostenido a lo largo de los años, que se debe tanto a las campañas de detección precoz como a la disponibilidad de recursos terapéuticos más efectivos y mejor tolerados. La calidad de vida también mejora, porque disponemos de mejores medidas de soporte frente a las complicaciones de los tratamientos y los síntomas de la enfermedad avanzada.

¿Se puede transmitir hoy en día un mensaje de esperanza a las mujeres que son diagnosticadas de cáncer de mama?

Sin duda. Los medios diagnósticos son cada vez más eficaces, lo cual posibilita diagnósticos más precoces, que, a su vez, favorecen la práctica de tratamientos más conservadores y reducen la necesidad de tratamientos agresivos. Y a la vez disponemos de nuevas estrategias terapéuticas, más eficaces y mejor toleradas en el campo de la quimioterapia y la bioterapia, pero, especialmente, en el de la hormonoterapia. Por todo ello, podemos asegurar que el cáncer de mama es, en la actualidad, uno de los tumores en los que se puede tener una mayor esperanza, en base a sus buenos resultados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario