Las mujeres con unos kilos demás también son felices

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Las mujeres con unos kilos demás también son felices

Seguramente que todas conocemos una amiga que se pasa la vida probando dietas para tener ese peso ideal y se le va la felicidad en ello. Después en fechas claves como la Navidad se sienten frustradas porque no pueden comer lo que desearían por miedo a engordar y volver a la dieta.

Estar toda la vida pensando en los kilos que no te puedes quitar, es síntoma de insatisfacción personal y de una autoestima por los suelos. Así, no es vida, hay que cambiar el chip.

Claro que depende del tipo de mujer. Las hay que no siguen cánones de belleza más que las suyas propias y no necesitan estar bien ‘para los demás’ pero sí para ellas mismas. Piensan que si no están bien para el resto de los mortales son ignoradas y poco valoradas. Pero se equivocan. Hay valores más importantes que a medida va pasando el tiempo tienen más importancia. la simpatía, generosidad, amabilidad, compañerismo, etc.

Si nos centramos en el aspecto físico y dejamos de lado otras de nuestras virtudes, estamos enseñando a los demás sólo que somos guapas y tenemos un cuerpo de infarto a base de mucho sacrificio. Estamos de acuerdo que esta sociedad es lo que nos ha enseñado, pero en la mayoría de los aspectos de nuestra vida, eso es secundario.

El problema de la obesidad o de ser gordita también viene unido a la idea de ser observado por los demás. Se siente vergüenza de no ser aceptada o de ser mirada por esos kilos de más, aunque la mayoría de la veces es incierto y más si hablamos de edades que han superado la barrera de la adolescencia, que sí es una etapa en la cual se tiende hacer daño gratuito y se tiende a sentirse identificada con las modelos de revista.

Lo más importante par poder superar la manía de estar a dieta es plantearte qué es lo que realmente quieres tú. ¿Te gusta comer? ¿Te apetece tomar postre? ¿Te encuentras contenta comiendo chocolate? Pues adelantes, tú misma te darás cuenta que una vez quitas la ansiedad de lo ‘prohibido’ comenzarás a no ser una esclava de las dietas y tenderás a comer sano y no por los demás, por ti misma.

No es necesario seguir el ejemplo de los demás, cada mujer es única y las comparaciones son odiosas. Levántate por la mañana todos los días y dite algún piropo delante del espejo, refuerza tus puntos fuertes y cree en ellos. Ocúpate de ir arreglada en todo momento y de sentirte guapa, no te dejes sólo por tener unos kilos de más.

No seas negativa y aprende a valorar tus puntos fuertes. Si tu tendencia es hacer lo contrario estarás perdida. La victimización y el catastrofismo solo sirven para hundirse más busca la solución y no más problemas de autoestima.

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