Un estudio británico respalda aumentar la edad para este examen, algo que Estados Unidos está sopesando
Por Ed Edelson
Reportero de Healthday
MARTES, 28 de julio (HealthDay News/Dr. Tango) -- Un estudio británico se suma a la evidencia que respalda un creciente movimiento para aumentar la edad a la que las mujeres estadounidenses deberían hacerse la primera prueba de Papanicolaou para la detección del cáncer de cuello uterino.
Inglaterra elevó recientemente a 25 años la edad recomendada para la primera prueba de Papanicolaou en la mujer. Sin embargo, en Estados Unidos a las mujeres se les dice que deben someterse a su primer frotis de Papanicolaou en un plazo de tres años a partir de la primera relación sexual o a los 21 años, cualquiera que tenga lugar primero.
No obstante, las organizaciones estadounidenses responsables de las recomendaciones sobre el frotis de Papanicolaou están considerando realizar cambios, según Debbie Saslow, directora de cáncer de mama y ginecológico de la American Cancer Society, una de esas organizaciones.
Destacó que existe una opinión generalizada de que se debería elevar la edad de la primera prueba a 21 años. "Hallamos que la prueba no es muy útil en las adolescentes, aún si detectamos cáncer a una edad temprana", apuntó Saslow.
El estudio británico "sí muestra, tal como hemos encontrado muchas veces, que las lesiones de bajo grado desaparecen por sí mismas con más frecuencia en las mujeres más jóvenes", comentó.
De hecho, el estudio se llevó a cabo porque muchos expertos británicos creían que el tratamiento agresivo después de la prueba de Papanicolaou para tratar los cambios cancerosos moderados del cuello uterino hacían más mal que bien en las mujeres menores de 25 años. En Escocia, Gales e Irlanda del Norte, las pruebas de Papanicolaou todavía se ofrecían a las mujeres de 20 a 24 años.
Los investigadores del Queen Mary College de Londres compararon a 4,012 mujeres diagnosticadas con cáncer de cuello uterino entre 1990 y 2008 con un grupo de las mismas características de 7,889 mujeres que no tenían la enfermedad. Todas las mujeres tenían entre 20 y 68 años y vivían en las mismas áreas.
Tres trabajos publicados en línea el martes en la revista BMJ informaron sobre tres aspectos del estudio.
El primero no encontró ninguna diferencia en los resultados cuando a las mujeres jóvenes cuyos frotis de Papanicolaou mostraban células anormales se les dijo que se hicieran otra prueba o se asignaron a una colposcopia, un examen detallado del cuello uterino para detectar células precancerosas.
La prueba de Papanicolaou entre las mujeres de 22 a 24 años no redujo la incidencia de cáncer de cuello uterino en los cinco años siguientes, informaron los investigadores. Sin embargo, la prueba entre las mujeres de 30 a 37 años se asoció con una reducción del riesgo de cáncer de cuello uterino en los cinco años siguientes de entre 43 y 60 por ciento.
El segundo informe no encontró ninguna diferencia en los resultados entre las mujeres jóvenes que se sometieron a la colposcopia y escisión con asa, que es una cirugía para extirpar las células anormales y las que no se hicieron el procedimiento. Entre las mujeres que se sometieron a la cirugía hubo más problemas físicos, como sangrado.
Y el tercer informe, un análisis de rentabilidad, encontró que la colposcopia inmediata no era más rentable que lo que los investigadores llamaron espera vigilante.
Una lección importante del estudio es que "no hay mucho que ganar con un tratamiento agresivo" para tratar anormalidades menores detectadas por la prueba de Papanicolaou en mujeres más jóvenes, enfatizó Eduardo Franco, profesor de epidemiología y oncología de la Universidad de McGill en Montreal, coautor de un editorial acompañante.
"Cuando se analiza la balanza entre los beneficios y los daños, la vigilancia rinde igual de bien", dijo Franco.
Sin embargo, cada país deberá tomar la decisión sobre la prueba y el seguimiento, apuntó. "Cada sociedad decide por su cuenta el umbral de beneficio máximo", señaló Franco.
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU., una agencia gubernamental, tiene previsto emitir nuevas directrices en un futuro próximo sobre la edad para la prueba de Papanicolaou, dijo Saslow, al igual que el American College of Obstetrics and Gynecology. La American Cancer Society elaborará las nuevas recomendaciones en "un año a partir de ahora", destacó.
Si se incrementa la edad, Estados Unidos se acercará a las directrices europeas, aunque la diferencia será aún sustancial.
"Los europeos creen que estamos locos por examinar a las adolescentes", dijo Saslow.
http://healthfinder.gov/
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