La osteopenia gana terreno frente a la osteoporosis
El abordaje de las fracturas osteoporóticas comienza a vislumbrar un cambio de tendencias. La osteopenia, masa ósea entre -1 y -2,5 desviaciones estándar por debajo del pico de la densidad de masa ósea (DMO) de la población sana, cobra cada vez más protagonismo, ya que más del 40 por ciento de las fracturas se presenta en estas pacientes que aún no han desarrollado osteoporosis.
Ésta es la idea que más de 200 ginecólogos han compartido durante la reunión nacional "Osteoporosis: de la prevención al tratamiento". De esta manera, el doctor Santiago Palacios, presidente de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), recomendó actuaciones dirigidas a reducir el riesgo de fracturas ya desde la fase de la osteopenia debido a que el deterioro de la microarquitectura ósea "es muy rápido" ya en estas pacientes.
En concreto, Palacios se refirió al estudio "El risendronato reduce las fracturas en las mujeres posmenopáusicas osteopénicas" y calificó este fármaco —comercializado como Acrel por Procter & Gamble— de "herramienta útil" para la prevención de fracturas. Así, el ácido risedrónico ha demostrado conseguir una re-ducción del 75 por ciento en el riesgo de fracturas vertebrales y no vertebrales en pacientes con una puntuación T del cuello femoral superior a -2,5 y sin fracturas vertebrales prevalentes. Además, preserva la microarquitectura trabecular en estas mujeres en el primer año y la mantiene a los cinco.
El ginecólogo debería, ya que ve envejecer a la mujer, considerar el riesgo de fractura de cada paciente de forma individualizada. En este sentido, la doctora María Jesús Cancelo, del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara, aseguró que para establecer el riesgo real de una paciente no es suficiente con medir la densidad mineral ósea mediante densitometría —independientemente de que estos aparatos, deberían multiplicarse por diez, dada la insuficiencia actual, sobre todo en Atención Primaria—, sino que hay que tener en cuenta los factores de riesgo relacionados con el esqueleto, tales como el sexo, la edad, la deficiencia estrogénica, el bajo índice de masa corporal, historia familiar, hábito tabáquico, ingesta de calcio, actividad física o uso de corticoides; y aquellos relativos al riesgo de caídas. Con todo, hoy en día sólo el 18 por ciento de las mujeres osteoporóticas están diagnosticadas.
La importancia de las fracturas vertebrales
Las fracturas vertebrales, a pesar de ser las más frecuentes en la osteoporosis, pasan desapercibidas, al ser asintomáticas, en un 50-65 por ciento de los casos. Además, son el principal factor predictivo de la aparición de otras deformidades vertebrales o fracturas en otros segmentos esqueléticos. De hecho, en mujeres osteopénicas, por cada reducción en la DMO de 1 DE2 el riesgo de sufrir una fractura vertebral se duplica y más tarde el riesgo de sufrir una fractura no vertebral (cadera) se multiplica por tres. Por ello, es vital detectar precozmente estas fracturas vertebrales. Para ello, el doctor Juan Ferrer, del Hospital Central de Asturias destacó la utilidad de MorphoXpress (Vita a P&G), una herramienta informática con un software que permite localizar la presencia de deformidades vertebrales en las radiografías convencionales mediante un examen digital y cuantificar su magnitud.
Dr. José Manuel Ferrer Guerra
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